Es un documental norteamericano que destapa la presencia del azúcar añadido en el 80 % de los productos alimenticios y revela las causas de la obesidad infantil en los Estados Unidos.
Katie Couric narra este documental con el Gran premio del jurado en el Festival de cine de Sundance.
«The film the food indrustry doesn´t want you to see».
Dirigida por: Stephanie Soechtig.
Estudio: Atlas Films & RADiUS-TWC.
Audio: Inglés. Subtítulos: Español, Inglés.
Duración: 1 h 32 min.
Año de estreno: 2014. (EE.UU)
Este documental me hizo reflexionar, y quiero recomendarlo porque aunque no me impacto tanto como podría haberlo hecho hace un par de años, si me hizo cuestionarme: ¿en realidad sabemos lo que comemos?, estamos sufriendo una epidemia silenciosa gracias al azúcar. No hace falta ver una película de terror para tener escalofríos, sólo con ver las cifras de obesidad infantil ya se me eriza la piel.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud):
Los niños obesos tienen más probabilidades de desarrollar:
Cardiopatías, resistencia a la insulina (con frecuencia es un signo temprano de diabetes inminente), trastornos osteomusculares (especialmente artrosis, una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones), algunos tipos de cáncer (endometrio, mama y colon) o discapacidad.
En todo el mundo, el número de lactantes y niños pequeños (de 0 a 5 años) que padecen sobrepeso u obesidad aumentó:
32 millones en 1990 a 42 millones en 2013
Y se estima que aumente a:
70 millones para 2025

Y sin intervención esos niños seguirán siendo obesos durante toda su vida. Porque aunque se puede prevenir, está siendo un problema grave que influye a muchos países.

La lactancia materna desde el nacimiento hasta los seis meses de edad es sin duda una forma de evitar que los lactantes se vuelvan obesos desde bebés. Pero también hay que proteger a los niños de la publicidad engañosa a la que están expuestos sin barreras.
La diabetes tipo 1 que padezco me ha enfrentado a la realidad de una forma abrupta y singular. Desde mi diagnostico, hace unos meses, estoy obligada a contar cada gramo de HC (Hidratos de carbono) que voy a consumir. (No me quejo, en parte me ha salvado la vida). Por eso ahora entiendo el gran alcance del problema.
Lamentablemente estamos acostumbrados a comer porque está bueno y no porque es bueno.
Industria + Gobierno = Marketing de comida basura
Azúcar = Droga legal
En este documental lo único que hacen es abrirnos los ojos, leernos la letra pequeña, sacar a relucir la verdadera cara de los «Lobbies«y los acuerdos que mantienen las multinacionales con los gobiernos por debajo de la mesa, pasándoles los fajos de billetes para mantener las políticas en su beneficio.
Estar gordo es únicamente un síntoma de la verdadera enfermedad, nuestro cuerpo se expresa pidiendo auxilio. Pero no todo el mundo tiene esos síntomas e igualmente está enfermo.
Es muy importante el entorno en la adaptación de los niños a la vida, siempre se ha dicho que la base de todo los cimientos será la estabilidad de un buen proyecto. Y las empresas de la industria alimentaria lo saben, así que aprovechan que los niños son moldeables, por eso hay que poner filtros a todo lo que se les muestra, aprenden muy rápido y por eso la educación es la clave.
No se trata sólo de ejercicio y dieta, también influye en gran medida la sociedad, el impulso que se le da a la comida procesada. Nadie hace publicidad del brócoli, ni la lechuga. Estamos siendo estimulados constantemente con pancartas y anuncios de TV para repetir los pasos que nos han planeado. Nosotros en realidad no decidimos, somos esclavos de la comida basura.
Somos adictos, «yonkies» del azúcar.

Un estudio (que se muestra en el documental) realizado con 43 ratones de laboratorio consumidores de cocaína (droga dura), demostró que sí se les da a elegir, 40 de ellos prefieren el azúcar, es decir es mucho más adictiva sin lugar a dudas, el azúcar que la cocaína.
Entonces debemos verla como tal, es una droga, más peligrosa que el cannabis o el alcohol y sin embargo los niños pueden acceder a ella hasta en el colegio.
Algunos expertos recomiendan mirar las etiquetas, el valor nutricional de los alimentos que conseguimos en los supermercados, pero claro, la mayoría no entiende bien los valores a los que se refieren, y algunos productos ni lo especifican. Sí ni los adultos sabemos entender esos tecnicismos, los niños menos aún.
Hay que saber que los ingredientes se ordenan de mayor a menor, es decir: el primer ingrediente que aparezca reflejado sera del que mayor cantidad contenga el producto. Y mientras menos ingredientes «raros» contenga mejor.
Conclusión: fijense en la etiqueta pero no por el gran trabajo que hacen para atraernos hasta ella, porque es bonita o tiene colores llamativos o «dibujitos», denle la vuelta y lean, la procedencia, el valor nutricional, porque todo influye.
Y proponganse un reto: dejar el azúcar durante 10 días, apartar todos esos productos que lo contengan, y te darás cuenta cómo reacciona tu cuerpo, aunque sí los dejas por completo te estarás haciendo un gran favor.
Tenemos que pensar en nuestro futuro, en el de los niños y el del planeta.
La moda de hoy en día es ser fitness pero en realidad lo más importante es estar saludable, no por la apariencia física sino por la consecuencia que tiene eso dentro de ti, de tu cuerpo.
Les dejo una crítica de Manohla Dargis para The New York Times: «La película es una investigación rápida y fríamente enfurecida sobre por qué la gente está cada vez más gorda»
Mi puntuación para este documental está clarísimo que es, excelente:
¡Veanlo! y me comentan.
Trailer subtitulado al español
En Youtube pueden ver el documental completo sí no tienen Netflix: FED UP